Cómo limpiar el suelo de la cocina

Cómo limpiar el suelo de la cocina

Las cocinas atraen la atención máxima a la hora de la limpieza en el hogar. Es cierto que la limpieza en los baños podría debatirse el título por este honor a la atención, pero en este artículo hablaremos sobre el caso de la cocina.

Las cocinas suelen ser un hervidero de vida, ya que es un punto fuerte de reuniones en una casa. Además de la carga personal de las vivencias, las cocinas son esos lugares de dónde salen las comidas que las personas que viven en las casas toman a diario. Aunque no seas un cocinitas empedernido, seguro que uno de tus deseos en una casa es tener una cocina con todas las prestaciones, bonita y funcional.

La limpieza es fundamental en una cocina. Un lugar en el que se pueden hacer tantas cosas en una casa, es digno de prestarle atención en su limpieza. El mantenimiento del orden es un factor clave por dos motivos: uno, que visualmente parezca que la cocina está siempre en orden y limpia, y dos, que a la hora de limpiar haya el menor número de objetivos por el medio posibles.

Así pues, en este caso vamos a centrarnos en la limpieza del suelo de la cocina, para que siempre luzca bonito, limpio y reluciente.

Cómo limpiar el suelo

Antes de empezar a nombrar los pasos para limpiar el suelo de la cocina, se debe tener en cuenta el tipo de suelo al que nos enfrentamos. Normalmente en las cocinas se suelen encontrar suelos de materiales muy resistentes como el gres, porcelana, etc., aunque hoy en día con la tendencia de los suelos de madera esto puede no ser así. Hay personas que quieren tener el mismo suelo en toda la vivienda y optan por sacrificar el suelo resistente de la cocina a favor de la madera.

Aún con el suelo de madera, la limpieza debe ser fundamental. Los pasos pueden variar un poco respecto a otros suelos de otro tipo, pero los pasos básicos son prácticamente iguales. En este caso, los pasos que contamos son sobre suelos de gres y similares.

Pasos para limpiar el suelo de la cocina

  1. Barre el suelo. Es el primer paso fundamental de cualquier limpieza de suelos. Puede utilizar una escoba tradicional o una aspiradora escoba o de trineo. Aunque no sea necesario contar con este tipo de electrodomésticos, sí que es cierto que las aspiradoras tienen una potencia de aspirar residuos muy alta, además de no esparcir la suciedad al ser ésta succionada.

  2. Revisa que no queden ningún residuo de gran tamaño. Pon atención a que no se haya quedado rezagado algún trozo de comida que pueda haberse caído al cocinar. Una vez esté analizado el suelo pasamos al siguiente paso.

  3. Llena el cubo de la fregona con agua caliente. Los suelos de la cocina suelen estar pegajosos debido a las grasas que se generan en la preparación de los alimentos. El agua caliente es el mayor aliado para acabar con esa grasa de los suelos. No basta con agua muy caliente. Puede añadir un chorrito de detergente para suelos líquido, un poco de vinagre de limpieza o, incluso, un chorrito de limón. Metemos la fregona, escurrimos y a fregar a conciencia.

  4. Dos mejor que uno. Para que el suelo quede perfecto lo mejor es dar una segunda pasada con la fregona. De este modo, posibles zonas que hayan quedado sin fregar o zonas con mayor grasa acumulada como por ejemplo debajo de los fogones, quedará el suelo mucho más limpio.

  5. No pises en un rato. Deja que el suelo se seque por completo con las ventanas abiertas. De esta forma evitarás que quede ninguna marca de zapatos en el suelo.

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